Entrada destacada

Libre

martes, 22 de febrero de 2011

Valle

En la noche les guie.
Bajamos la montaña
batiendo el corazón
en el frío y el negro.
Masticaba la niebla,
olfateaba el aire helado y gris,
caía la nieve en nuestras espaldas.
No erraba en el camino
que llevaba hasta el valle.
Ninguno se perdió
y pudimos vivir
otro verano más.
¡Hace tanto de esto!
Fue en el tiempo olvidado,
antes de que empezáramos
a encarnarnos en hombres.

martes, 8 de febrero de 2011

Tristeza

Me apetece recuperar una entrada de hace más de dos años que, no sé por qué, es de las más atacadas por los comentarios spam, esos que no saben de dónde vienen y que se limitan a incluir links para otras cosas. Gracias a esos comentarios, que me son comunicados en el correo, la tengo presente semana sí y semana también. A ver si en esta nueva ubicación recibe únicamente comentarios de amigos (reales y virtuales).

Un mundo
desnudo de palabras.
Un niño
sentado a la puerta.
Espera.
Una calle,
en un barrio,
en una ciudad
de cemento
de almas atrapadas,
cansadas.
Un niño que espera
sentado a la puerta
de una casa
cualquiera.
Tarde de cielo gris.
Hora de nada.
Mira la calle
para verla
cuando llegue
con su falda,
sus caderas,
su sonrisa,
blanca y fresca;
para besarla
y olerla
y quererla.
Y tiene la esperanza
de que la noche
no venga
y hoy pueda verla.
Pero llegan
y se lo llevan
y en el coche piensa:
¿y si es verdad
y está muerta?
mientras
las sirenas suenan.

domingo, 6 de febrero de 2011

Mercado

En la mañana fría,
en medio de pirámides
de berenjenas, coles y naranjas;
patatas, lechugas, pimientos verdes;
en medio de puestos que giran,
en medio de fracasos inconscientes;
en medio de sonrisas ladinas,
de gritos desmesurados;
de gruñidos animales
de ropa sin lavar,
en medio del sudor,
en medio de rosas falsificadas;
en medio de lo que llaman vida,
un fragmento entre sangre y estertores.
En medio del mercado
alzo la vista al cielo.
Tras las fachadas descuidadas
se adivinan los retretes y la mierda;
en medio de las pirámides de berenjenas,
de lechugas, coles y patatas;
en medio de los puestos que giran.
En medio de todo eso
siento el cuchillo y la náusea;
y prefiero el cuchillo frío,
el cuchillo afilado;
prefiero la sangre limpia
al pus, al vómito, a los excrementos;
prefiero la sangre como agua fría
a viscosas excreciones.
Lo prefiero.