Entrada destacada

Libre

domingo, 19 de febrero de 2012

El final

Húmedos los labios,
brillo en los ojos.
Leve aleteo al respirar.
Piel y carne en su lugar,
vientre y garganta,
manos, y pies para caminar.
Esfuerzos y saberes,
recuerdos tristes y bellos
que ahora torna a invocar,
frágiles vínculos
que está a punto de desligar.
Abandono y frialdad.
Búsqueda de una presencia.
El amor total
¿dónde estará?
Unos pasos más.
Aún siente el corazón palpitar,
el frío en el rostro,
el reflejo en sus ojos
de la gris inmensidad.
En unos instantes,
todo desaparecerá.
Tiemblan las piernas,
no puede vacilar.
El orgullo, lo último que morirá;
una postrera mirada,
y la oscuridad.
Un aleteo, un sonido
en el mundo que seguirá.
Un escalofrío al imaginar
el filo de acero bajando,
el final.

Esta es la primera entrada de este blog y también una de las primeras de "El jardín de las hipótesis inconclusas". He cambiado tan solo un par de cosillas respecto a aquélla.



martes, 14 de febrero de 2012

Otros dioses

Ya son ancianos
quienes fueron engendrados
entre paracaídas,
en noches luminosas,
en tierras lejanas.
Son los dioses humanos;
pero más hermosos, honestos, sanos.
Si mueren, se les recuerda;
ninguna palabra en ellos es vana.
No hay dudas ni errores;
un devenir perfecto, inmaculado.
No son los dioses
espíritus solitarios,
siempre están en el centro
de mil miradas.
La luz restalla en sus rostros hermosos,
sol y lluvia respetan
el momento en que su boca
besa de otro dios sus bellos labios.
Son los dioses crueles y generosos,
su camino no se tuerce,
derriba los obstáculos,
aplasta a quien se opone.
No son misericordiosos los dioses,
matan y mueren,
mueren y matan.
Son dioses de la guerra,
dioses que engendran,
dioses que aman,
dioses que viven,
dioses que matan,
dioses que mueren.
Habitan en el tiempo,
como nosotros.
No son eternos,
como nosotros no somos.
Son como somos,
pero no existen,
como nosotros.