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viernes, 20 de abril de 2012

Un poema es


Es un poema cosa sin substancia;
unas pocas docenas de palabras
que, encima, lo mejor es que no digan
nada.
Es trivial el poema, un acertijo;
un juego, un pasatiempo divertido
que sin embargo se espera que tenga
sentido.
No es alegre ni triste ni siquiera
bello el poema, solo es aire y ruido
aunque a veces también es lecho adúltero,
procaz
donde se juntan lejos de los otros
algunos que piensan, creen y sienten.
Algunos que piensan, creen y sienten
que,
muertos los dioses tranquilizadores,
son aún sus despojos enterrados
puerta que abre agujero de gusano,
diamante.
Es un poema el féretro y la puerta
a mundos tenebrosos, verdaderos;
a bosques frondosos, oscuros, húmedos
y cálidos.
Es ciudad serena nuestro poema
donde robamos horas a minutos,
donde quitamos vidas a la muerte
y lloramos
y reímos
en nuestra compartida soledad.


4 comentarios:

Anónimo dijo...

De una intimidad abrumadora. Hablarle así al poema, deslizarse así en el mundo de la poesía sin chocar con ningún abeto como les ocurre a los esquiadores atrevidos...
Felicidades.

R.

Rafael Arenas García dijo...

¡Gracias! Me gusta la imagen del esquiador deslizándose entre abetos. Te agradezco que digas que no choco con ninguno; aunque daría por bien empleado estamparme contra un árbol a cambio de disfrutar aunque solamente fuera un momento de la pendiente. Abrazos

Rosa Niña Guerrera dijo...

¡Un poema eres tú! Y él, el tiempo que avanza cuando tras el verso corres para dibujarlo, desnudarlo de claves; mostrarlo como es.

Rafael Arenas García dijo...

Querida amiga, gracias. Eso intento, hablar del transcurso del tiempo. Si he conseguido acercarme a ello, aunque sea mínimamente, me doy por satisfecho.